miércoles, 18 de julio de 2007

PRIMER RUGIDO

En las elecciones internas del PRD que se llevaron a cabo el domingo 15 de julio, quedó demostrado que dentro de ese instituto político las “tribus” hacen de todo por mantener el control. Hubo robo de urnas, pero eso se da con regularidad en cualquier proceso, ya sea de partidos políticos o en comicios federales o estatales. Sin embargo, lo más grave de todo, fue que en esta ocasión quien se apoderó de manera ilegal de las urnas fue gente empistolada y se corrió el riesgo de una tragedia, pero afortunadamente las cosas no pasaron a mayores.
El perredismo queda mal parado, porque ni con los acarreados que les “prestaron” dirigentes de diferentes organizaciones de comerciantes afiliados al PRI a la planilla tres que encabezaba el ex jefe de gobierno del Distrito Federal, Alejandro Encinas Rodríguez pudieron lograr detener el avance de Nueva Izquierda, por lo que ya se vislumbra que los hermanos Víctor Hugo Círigo Vázquez y René Arce Islas serán quienes manden y existe la posibilidad de que en el 2012, el senador Arce Islas abanderará al PRD para que sea el candidato del partido del sol azteca a la jefatura de gobierno; así de simples son las cosas, porque como candidato presidencial no se la jugará, toda vez que le hacen falta tablas para ser un buen Mandatario Federal, además de que tiene cola que le pisen, y la perredista, Ruth Zavaleta Salgado, a quien se le relaciona sentimentalmente con René, pues no tiene la figura para ser primera dama de la nación, por lo que en dado caso de que formalicen su amorío, simplemente podrá hacer los papeles ridículos que lleva a cabo Mariagna Prats, esposa de Marcelo Ebrard.
Regresando a lo violento de las elecciones, también ha quedado demostrado que solamente hace falta que se de la señal de ataque, para que los “sicarios” que tienen algunos perredistas logren hacer de una contienda interna un verdadero campo de batalla y en donde como siempre los más afectados son los ciudadanos que no simpatizan por este partido, que este domingo logró tener encerrados en sus hogares a la temerosa población que ya se veía tendida en el suelo para evitar que la lluvia de balas que estuvo a punto de darse les quitaran la existencia.
Con este tipo de acciones el PRD en México está perdiendo terreno y el PRI no hace nada por aprovecharlo solamente los militantes y legisladores de Acción Nacional, quienes tratan de convencer a la ciudadanía que son la mejor opción. Pero ahora con el caso del empresario chino, Zhenli Ye Gon, los del albiazul también tienen una sombra negativa, porque este personaje insiste en que el dinero que se le decomisó en una de sus mansiones pertenece a ese partido y aunque los abogados del chinito deslinden al Presidente Felipe Calderón, la acusación está en la mente de los mexicanos, quienes ya no saben para que lado hacerse con tanta impunidad que ven en los medios de comunicación.
Zhenli Ye Gon parece que habla con la verdad y hay que rascarle más en ese asunto, porque funcionarios del gobierno federal aseguran que ese dinero no era para la campaña presidencial del 2006. Parece que nadie ha hecho cuentas de los tiempos que menciona en su acusación el empresario. Él afirma que los 205 millones de dólares se los entregaron a mediados del mes de mayo en su residencia. Al defenderse el secretario del Trabajo del gobierno federal, dice que no hay relación entonces, porque los billetes verdes y moneda nacional le fueron decomisados a don Chin-gón en el mes de marzo del presente año.
Es verdad ya habían pasado las elecciones, pero el meollo del asunto es que se habla de que al saber que todo estaba planeado para que el proceso del 2006 fuera una elección de Estado, en donde el Instituto Federal Electoral contribuiría a apoyar el triunfo de Felipe Calderón, ya entonces no había necesidad de echar mano al dinero que presuntamente se le dejó encargado al empresario. Es ahí en donde se debe rascar y que el chino hable con la verdad, porque solamente de esta manera los mexicanos sabremos qué tanto es cierto y qué tanto es mentira; de ser un engaño de Yen, entonces que se le castigue, pero de ser cierta su denuncia que se investigue a todos los involucrados.

LA GARRA DEL LEON

De nueva cuenta los de la APPO siembran el terror y causan destrozos en Oaxaca. Pero, qué hace el gobernador Ulises Ruiz para evitarlo: nada. Desde la comodidad de la casa de gobierno el priísta ve con tranquilidad que sus gobernados se quedan sin su patrimonio. Los “gorilas” de la APPO, quemaron camiones y vehículos particulares, inclusive estrellaron dos unidades del transporte público en una vivienda. ¿Quién les pagará los daños a los afectados?, pues serán ellos, porque no hay detenidos y nadie se hará cargo de los destrozos. Hay que irse a la mejor salida y ésta es que renuncie el gobernador Ulises antes de que la sangre manche las calles de Oaxaca, estado del país que se encuentra agonizando con tanta violencia, que desde luego es promovida por gente del PRD que ya logró desestabilizar a la administración pública local.
Aunque en el PRD lo nieguen, detrás de este movimiento sigue estando la mano de grupos radicales de ese partido, pero ¿qué es lo que buscan?, pues convencer a la ciudadanía que el PRI no sabe gobernar y con ello poder lograr que en las próximas elecciones sean los hijos del sol azteca los que lleguen a triunfar. La promesa será la de lograr el diálogo con los manifestantes, quienes por haber hecho bien su “chamba” contarán con un buen “hueso” en la administración y entonces se olvidarán las diferencias, pero los del PRD han pasado por alto una cosa, que los oaxaqueños no se chupan el dedo y será claro que a la hora de votar, quienes decidan hacerlo, no será ni por el PRI ni por el PRD, podrían llevarse la sorpresa de que el triunfador sea el candidato de Acción Nacional, porque la gente ha visto con buenos ojos que el gobierno federal haya intervenido meses atrás al enviar a los elementos de la Policía Federal Preventiva, uniformados que ayudaron a que no fueran más los daños y entonces no tardarán en pedir que de nuevo lleguen los de la PFP a controlar a los revoltosos.