martes, 20 de abril de 2010

RUGIDO DE LEON

Ahora resulta que un español puede insultar la figura presidencial (ojo la figura presidencial) y ser recibido por Felipe Calderón en Los Pinos, lugar al que invitó al cantautor ibero, Joaquín Sabina. Y ahí comiendo y charlando les dieron “las diez y las once, las doce la una, las dos y las tres”, y a pesar de que Sabina calificara la “guerra” que le declaró el Primer Mandatario al crimen organizado, como una acción de un “ingenuo” no hubo retractación, ni tampoco al parecer se la exigieron al artista, lo que deja en claro que solamente se aceptan insultos y descalificaciones de extranjeros, porque si hubiera sido un mexicano, ya estuviera en el Campo Marte.
Y contrario a lo que debería ser el segundo a mando en México, como es el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, solamente se limitó a decir a su salida de la reunión: “todo muy bien, en armonía. Sabina es un hombre talentoso, inteligente, que honradamente hace (declaraciones)”, pero para colmo, sostuvo que Joaquín es un hombre con una voz que debe ser escuchada, porque se preocupa por los hechos de violencia que acontecen en nuestro país; señor secretario, en México hay millones de voces que gritan exigiendo justicia y seguridad, pero no son escuchadas, siguen siendo ignoradas, entonces porque al español si se le puede permitir que hable en ese tono e insulte la figura presidencial.
“Como siempre es un placer escucharlo y conversar con él”, pero también recordó que luego de sus declaraciones le envió una carta a Joaquín Sabina, en la que le explicaba los motivos por los cuales se le declaró la “guerra” a los “barones” de la droga. Reiteró que no hubo una mala voluntad por parte de Sabina en su dicho de que el Presidente Felipe Calderón es “ingenuo” en su lucha contra el crimen organizado. “Ninguna mala voluntad, es un hombre bien intencionado, talentoso y que ha vivido” y aseguró que no tenía el cantante la obligación de retractarse. “Lo único que dice es que ser ingenuo significa tener capacidad de la esperanza y de seguir peleando aún en aquellos casos donde los espacios para esperar, reaccionar y defenderse se reducen. La ingenuidad, por lo que a mí toca es un acto de buena fe que puede ser superado sólo con verdad y con compromiso”.
Entonces ya saben, si alguien quiere hacer alguna declaración en contra del Presidente de México, esta persona deberá ser de otro país, porque solamente de ese modo podrán ser invitados a comer en la residencia oficial de Los Pinos, en donde tendrán la oportunidad de poder echarse unas canciones a dueto con el Primer Mandatario, mientras que en las calles los civiles sigan siendo víctimas de los delincuentes que le están demostrando al Gobierno Federal que se encuentran más unidos que nunca y que la “guerrita” seguirá dejando bajas por el lado de los militares y civiles, en tanto que sus familias en las calles exigen justicia.
MIRADA DE LEON
Los reclusorios capitalinos siguen siendo las “universidades del crimen”, pero pese a ello, la subsecretaria del Sistema Penitenciario del GDF, Celina Oseguera Parra asegura que no es tan grave lo que sucede en las cárceles del Distrito Federal. En una reunión con diputados de la Comisión de Administración y Procuración de Justicia de la Asamblea Legislativa, la funcionaria les “maquilló” los problemas a los asambleístas, pero desafortunadamente para ella y afortunadamente para la población, se topó con los cuestionamientos fuertes del asambleísta del PRI, Cristián Vargas Sánchez.
“Espero que nos diga usted si (las cuotas que se les cobran a los internos) han sufrido modificaciones debido a la inflación. Estos eran los precios del año pasado, señora, 500 pesos por una navaja, 5 pesos por colchonetas, 400 pesos por no hacer fajina, 5 pesos por cobertores, 6 mil pesos mensuales la renta de una celda privilegiada, y usted lo conoce; 80 pesos por una cajetilla de cigarros, por una botella de alcohol, dependiendo de qué marca, de entre 300 y 800 pesos.
5 pesos por no pasar lista en el patio o 10 pesos en la celda; una piedra entre dos y 10 pesos; la grapa de cocaína que se da al por mayor y que entra por la puerta principal, está entre 100 pesos y 200 pesos; y el carrujo de marihuana que hasta los mismos carceleros fuman, está en 10 pesos, señora, sin contar el pago por protección a homicidas, violadores y secuestradores”.
Lejos de contestar las acusaciones, lo que dio a conocer fueron sus “cifras alegres” en un informe por más “maquillado”. Dijo que aproximadamente el 77.5 por ciento de la población, está interna por delitos patrimoniales, es decir, algunos por robar algo para comer. Pero luego vino lo bueno, reconocer que tan grave es la falta de vigilancia en el interior de los reclusorios. “El total de técnicos en seguridad es de 2,505 elementos activos, divididos en 3 grupos de 835 para custodiar a 40,351 internos, lo que significa que cada elemento debe cuidar a 48 internos en promedio, situación que se agudiza en el caso de los reclusorios preventivos Varonil Norte y Oriente, en donde la proporción es de 89 internos por custodio”, y luego no quieren que se fuguen.
Como era de esperarse se defendió por las fugas que se han registrado durante su permanencia al frente de los reclusorios. “Actualmente el personal de seguridad gana menos de 6 mil pesos mensuales. A este respecto, es urgente impulsar un programa de recategorización en el que se reconozcan las jerarquías de mando, los tramos de control y responsabilidad y se les asigne el salario acorde a la función que desempeñan y al estado permanente de riesgo de su actividad.
Pero de los dormitorios donde se encuentran los más poderosos, ahí si no dijo nada, para ella parecía que le hablaban de otros centros de reclusión, y no de los capitalinos, donde la gente de poder tiene la oportunidad de pagar la renta de unos 6,000 pesos para poder contar con una amplia celda en la que puedan estar solos, y en las otras, donde se encuentran los jodidos hay hasta 30 reclusos durmiendo parados y amarrados de los barrotes y en el suelo, porque ellos no tienen dinero para entrar a la corrupción que se da en esos lugares.
LA GARRA DE LEON
Siguen personas inocentes derramando su sangre en las calles cuando se encuentran en medio de una balacera entre fuerzas armadas y bandas de narcotraficantes. Es grave esto, pero para el gobierno federal, no son más que “daño colateral”, tratando con eso minimizar los decesos de gente inocente. Pasan a ser parte de las fúnebres estadísticas diarias en México; son seres humanos, cuyo deceso no parece preocuparle a la administración del Presidente Felipe Calderón.
Se les hacen honores a los soldados y policías cuando caen en batalla, pero sin embargo, a los civiles, a la población, solamente se da un discurso en los medios de comunicación lamentando su muerte, pero de ahí no pasa, la familia se queda esperando la tan ansiada justicia, pero desgraciadamente esta no llega, lo que los hace desconfiar de sus autoridades.
Los enfrentamientos que se han registrado en los últimos días y que han costado la vida de civiles, incluyendo niños, no es más que la respuesta del narco al Presidente Felipe Calderón que los calificó como una “ridícula minoría”. Esa minoría le está demostrando que realmente son un grupo bien organizado, y que con la declarada “guerra” lo único que se está provocando es que se unan los diversos cárteles de la droga cuyas pugnas pueden ser arregladas en una reunión, que se rumora ya han sostenido diversos grupos de narcotraficantes.
Estos grupos no perdonan que el narcotraficante Ociel Cárdenas Guillén y otras grandes cabezas de narcotraficantes hayan sido extraditados a los Estados Unidos, país en donde enfrentan un proceso. Por eso los civiles mexicanos pasan a ser parte de las estadísticas de lo que es ser considerado como una muerte por “daño colateral”, pero las familias de esas personas no los llaman igual, sino víctimas de una mala estrategia, eso, porque en vez de seguir sigilosamente a los sicarios del narcotráfico hasta lugares donde no se arriesgue la vida de inocentes, en malas operaciones se enfrentan con ellos en lugares muy concurridos.
Será el Congreso de la Unión el que tome cartas en el asunto y se deba entregar una indemnización a los deudos de aquellas personas que pierdan la vida al caer bajo la metralla de las armas de sicarios, así como de las fuerzas armadas que, a diferencia de los inocentes, sí reciben una indemnización y son sepultados con todos los honores, como debería ser también para los mexicanos que no tuvieron nada que ver, sino cuyo delito fue, el estar en el lugar menos indicado a la hora menos indicada, y de este modo no ser un muerto del “daño colateral”.
Aprovechando la tragedia, el presidente municipal de Acapulco, Manuel Añorve Baños de volada que se le ocurre la idea de solicitar al gobierno federal que sea creado un fondo nacional para problemas integrales de los municipios contra la violencia, nada más que falta ver que si es aprobado, pues que se aplique como se afirma, porque no sería nada extraño que, como pasa siempre: le salgan alas a ese dinero.
“Esté fondo nacional es para poder hacerle frente a los problemas de violencia, cualquier que sea su origen, debemos de enfocarnos a una promoción agresiva de valores, nuevamente entender que en estos tiempos de la modernización que estamos viviendo y a veces la dinámica diaria, los valores que han quedado rezagados, requerimos impulsar nuevamente el valor de la integración familiar, de la amistad, del amor, de la fe, de la esperanza”, según el funcionario y sus chaquetas mentales.