martes, 13 de abril de 2010

RUGIDO DE LEON

La “Ley mordaza” se sigue aplicando desde Los Pinos. Hay alguien que no quiere se ponga en mal (más) al gobierno del Presidente Felipe Calderón Hinojosa. A veces amagan a los dueños de los medios de comunicación, que si se habla mal de la administración panista, se les retirará la publicidad gubernamental, y no les queda de otra más que seguir la “línea” editorial que les sea marcada desde la oficina del Ejecutivo Federal.
Esto le pasó al caricaturista del periódico La Jornada, que se firma sus monos como Hernández. Su delito fue hacer un dibujo denominado "Nuevo eslogán" que no le convino publicar a los jefes del medio en el que colabora; sin embargo, sin tener miedo a nada lo comenzó a pasar por la red, en donde pedía que se le diera circulación, para que los mexicanos se dieran cuenta de que hay cosas que a este gobierno no le interesa sean publicados.
Los directivos de los periódicos, estaciones de radio, televisión e Internet deben respetar también el trabajo de los profesionales, sean reporteros, reporteros gráficos o como en este caso a los caricaturistas. No se trata de ridiculizar a nadie sin ningún motivo, sino que los mexicanos tengan un motivo para ver realmente el estado de indefensión en el que se encuentran.
La caricatura política de Hernández, es clara, porque habla de una realidad. En los últimos meses se ha registrado el deceso de jovencitos y niños que caen en manos del Ejército, la Marina y hasta de las bandas de narcotraficantes. Algunos dicen que son por “error”, pero otros muchos porque es tanto el miedo de las fuerzas armadas que si ven algo “sospechoso” de inmediato accionan sus armas en contra de quien sea, y desgraciadamente han sido civiles los que han quedado tendidos en el piso o dentro de los vehículos en los que viajan.
Realmente se está viendo que la lucha del gobierno del Presidente Felipe Calderón no está dando los resultados esperados, inclusive se ha dado a conocer en algunos medios de comunicación fotografías y videos donde se aprecia a grupos de sicarios haciendo “retenes” para, hacer lo que realmente saben hacer: robar, extorsionar y secuestrar, sin que las corporaciones policiacas de perdida intenten hacer algo al respecto. Muchas imágenes han sido grabadas por sus cámaras de “vigilancia” y para no perder la vida, dejan que sea la población quien sea la víctima.
Si así es como quieren los dueños de los medios de comunicación tener veracidad en sus noticias, pues nadie les va a creer, porque las mentiras no ayudan en nada; sería mejor una información cruel y real, que el seguirle el juego al gobierno federal de que los mexicanos siguen estando en el país del donde “no pasa nada”.
MIRADA DE LEON
Cuando una tragedia pone en riesgo un gobierno, el mandatario estatal sale al quite de volada, y este es el caso del gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto quien cuidando su imagen y defendiendo la ineptitud para investigar de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México, que encabeza Alberto Bazbaz, asegura que la campaña en contra del funcionario policiaco es una campaña que realizan en su contra sus detractores.
De ser así, entonces estos detractores sería la propia población que está harta de que el encargado de la procuración de justicia en la entidad mexiquense, no de resultados en la investigación del homicidio o “accidente” de la pequeña Paulette Gebara Farah, aunque, se rumora que esta lentitud es porque el Procuro es conocido de la principal acusada del crimen, Lisette Farah, pero al parecer no es su intención proceder en consecuencia y ha de estar esperando que salga un “chivo expiatorio”.
Peña Nieto, pidió a la sociedad que tenga confianza en el trabajo que está realizando su Procurador, porque, según él, Bazbaz está llevando a cabo los procedimientos legales para conocer la verdad de los hechos. Claro, como no se trató de un familiar de ellos o de un famoso político, pues las investigaciones pueden llevar paso de “tortuga” y que la población siga teniendo dudas en torno al abominable infanticidio.
Ocultando la verdad será difícil que la población le tenga confianza a sus autoridades, y mucho menos darán su voto, en caso de que Enrique Peña Nieto llegara a ser el candidato del PRI en las elecciones presidenciales del 2012. Mejor sería conocer los hechos como ocurrieron y es que para que darle tantas vueltas a esto, si hasta el marido sospecha de Lisette de haber sido ella la que le quitó la existencia a su pequeña niña; la pobre Po que solamente vivió 4 años, pero que parece a alguien le estorbaba, por muy familiar que haya sido.
“Hay que apelar a la confianza en la institución para que deje claro, como hasta ahora me parece lo ha señalado, a pesar de los dimes y diretes y señalamientos. “El asunto se circunscribe a una actuación que debe estar apegada a lo que ley y principios de derecho establecen a una actuación que se norme por la ley. Por un lado está una demanda legitima de la sociedad por conocer que ha ocurrido en este caso; en otro caso vemos aquellos intereses políticos por querer valerse de este asunto para encontrar descalificación y querer ganar ventaja política”, este fue el mensaje que envió Peña, y en el cual se ve claro que su preocupación real es lo que sus enemigos políticos intenten hacer con este asunto, que no debe ser utilizado por ningún partido, porque un crimen no debe ser la bandera de quienes tienen pretensiones por ser el Presidente de los mexicanos, que se encuentran asqueados de que se les siga dando atole con el dedo y se siga protegiendo la impunidad, pero lo más grave, que se hable bien de un Procurador, que hasta la fecha sigue dando “palos de ciego” en las investigaciones, y no vaya siendo que también se le haga “bolas el engrudo”.
LA GARRA DE LEON
Por si algo le faltaba a los capitalinos, se da la “desaparición”, no se sabe si forzada o conciente de ello de uno de los supervisores de agentes del Ministerio Público de la Fiscalía Anti Secuestros de la Procuraduría General del Distrito Federal de nombre Edgar Contreras Silva, quien fue visto por última vez el pasado 5 de abril. Primero el temor era que hubiera sido plagiado, pero después la dependencia de la ciudad de México, ya no quedándole de otra, reveló que desde días atrás se le venía investigando por haber integrado mal una averiguación previa.
Si ese fuera el caso, no hubiera pasado de una inhabilitación por parte de la Contraloría General del Distrito Federal, pero con su “desaparición” lo que realmente se sospecha es que pudiera haber estado relacionado con algunos ilícitos. No sería la primera vez en que una persona que se desempeñe en un grupo anti-secuestros sea quien es jefe o integrante de una banda de plagiarios. Esto, porque para ellos es más fácil poder conseguir importantes datos de una posible víctima, porque la familia no sospecharía de ellos porque se moverían con engaños.
Regularmente el modus operandi de estos sujetos, es meterle miedo a los familiares de una posible víctima, diciéndoles que se tiene una investigación o reporte de que alguien quiere plagiar a determinada persona. Es así como pueden contar con horarios y lugares por los que se mueve la persona, y en cuanto tienen todo armado: viene el secuestro y como son ellos mismos los que llevan a cabo las investigaciones, pues matan al secuestrado o cuando lo dejan libre, esto se hace en un operativo, pero al entrar a la vivienda no se encuentra nadie, o si acaso a una señora o un hombre que se dejaron engañar con la promesa de que recibirán una fuerte suma de dinero, y como quien hace la contratación de estos idiotas se desaparece antes de que los elementos de “inteligencia” ingresen a la vivienda, es como se puede tener a alguien, que nunca les dará datos, porque son enganchados en otros puntos de la ciudad.
Hasta que la PGJDF no de a conocer realmente los delitos por los que se le investigaba a Edgar Contreras, las especulaciones seguirán siendo las mismas: que se le busca por secuestrador, y no como dijo la dependencia, por irregularidades en la integración de una averiguación previa.
Parece que a es funcionario y a la dependencia policiaca se les puede caer el “cantón” -como dice la banda-, porque se tendría que investigar a todos los elementos que se encontraban bajo su mando, inclusive se tendrá que llegar hasta cabezas más arriba y sería grande la sorpresa que se llevarían los capitalinos al ver que la PGJDF sigue siendo nido de delincuentes.