martes, 18 de septiembre de 2007

PRIMER RUGIDO

En su primer informe de gobierno, Marcelo Ebrard Casaubón dejó en claro que no le importan los reclamos de los legisladores, mucho menos los de la ciudadanía. Primero ante los posicionamientos de los diputados de la Asamblea Legislativa minimizaba la creciente delincuencia, la falta de empleos y otros temas de suma importancia para los capitalinos. Por otro lado, ordenó a sus “lambiscones” montar un fuerte dispositivo de seguridad en las inmediaciones del recinto en Allende y Donceles para evitar que llegaran hasta ese lugar grupos de opositores, como es el caso de los comerciantes ambulantes que habían anunciado una marcha para este 17 de septiembre y de policías que se quejaban de los horarios que tienen.
¿No que perro no come perro? Pues este refrán no fue muy aplicado, porque los elementos de la Secretaría de Seguridad Pública local que pretendían llegar a poner su queja ante el jefe de gobierno, fueron detenidos calles antes de la Asamblea Legislativa, y sus propios compañeros hasta los amenazaron con golpear si intentaban pasar el cerco de seguridad. ¿Para qué tanta vigilancia? Si se trataba del informe del gobernante capitalino, y mientras esto sucedía, a unos cuantos metros del lugar los delincuentes se “despachaban con la cuchara grande”. Parece que es más importante para los “cuicos” la seguridad de una sola persona que la de miles que a diario sufren los embates de la delincuencia.
En pocas palabras, los “tecolotes” cuidan a su jefe, pero descuidan a sus patrones, porque hay que recordarles a estos elementos de seguridad, que quienes les pagan son los ciudadanos, el jefe de gobierno en turno y el secretario de seguridad, lo único que hacen es administrar el dinero de la población, así que los policías deberían poner en la balanza quién debe ser más importante en este tipo de eventos, si el político que marea a todos con sus rollos de cifras alegres o los ciudadanos que se encuentran cansados de que nadie les haga caso, pero eso sí, son obligados a pagar sus contribuciones, porque en caso contrario no pueden verificar sus automóviles o en el pero de los casos les expropian sus viviendas, pero ya llegará el momento en que la población le pase la factura a los políticos que están acostumbrados a darse la buena vida a costa del esfuerzo de millones de personas.

EL RUGIDO DEL LEON

Los comerciantes informales del Centro Histórico cada día ven más cerca el día en que serán desalojados del primer cuadro de la ciudad, y todo, porque Marcelo Ebrard quiere entregarle limpias las calles al hombre más rico del mundo, como es Carlos Slim Helú. El plazo termina el próximo 12 de octubre, pero los informales insisten en que no abandonarán las calles porque el gobierno encabezado por Ebrard no ha cumplido con la promesa de construirles plazas comerciales. ¿Entonces a dónde los instalará el ejecutivo local?. En su colonia, ni pensarlo, porque no los quiere ver como si se tratara de un problema ocasionado por esta gente, cuando en realidad es la falta de políticas eficientes en cuestiones de empleo. En vez de tratarlos como delincuentes, debería, junto con sus huevones funcionarios de su gabinete buscar la solución y abrir fuentes de empleo.
Sería lo más sano y recomendable antes de que este problema se le salga de la mano y llegue a darse un estallido social. Dicen que el pueblo no aguanta, y como se ven las cosas no tardará en que esta gente que encontró en el ambulantaje una forma de subsistencia, se revele ante los abusos por parte de la administración pública local, o que se pasen al lado de los delincuentes, como lo asegurara en días pasados un dirigente del comercio informal, quien afirmó que la otra solución para subsistir está en dedicarse al robo en sus diferentes modalidades, y aunque estemos hablando de gente honrada a eso es a lo que el gobierno los está orillando.

LA GARRA DEL LEON

No cabe duda que el delegado en Venustiano Carranza, Julio César Moreno Rivera encontró en las dirigentes de comerciantes ambulantes su minita de oro. De todos es sabido el apoyo que les da a las líderes Evelia Díaz Martínez o Elvia Zurita, alías “La Güera”, Guadalupe Duarte Ocampo, Rosa María Fierro Vela, Rosa Moreno, Zenaida, Socorro y Consuelo, y esto es por agradecimiento al apoyo que le dieron durante su campaña a candidato a jefe delegacional y como triunfó debe pagarles el favor, y que mejor que con beneficios que ayuden a estas mujeres y sus agremiados, inclusive, dándoles manga ancha para vender cohetes, aunque con ello se ponga en peligro la vida de cientos de personas que acuden todos los días al Mercado de La Merced.
Hasta que este funcionario no renuncie o se quite a las alimañas que tiene como amigas, los habitantes y visitantes en la Delegación Venustiano Carranza, pero sobre todo en el Mercado de La Merced estarán expuestos a sufrir cualquier accidente, y también a ser víctimas de la delincuencia, ello, porque Rosa María Fierro Vela y sus hijos son quienes protegen a la banda de chineros conocidas como “Los Espantos” y actúan con toda impunidad, pese a que tienen un negro historial Rosa Fierro y sus vástagos.