lunes, 23 de febrero de 2009

PRIMER RUGIDO

Con la renuncia de Roberto Orduña Cruz, secretario de Seguridad Pública de Ciudad Juárez ¿Quién gana? Los elementos a su cargo no, tampoco la ciudadanía, sino los varones de la droga, quienes le exigieron su “renuncia” a cambio de no matar cada 48 horas a un uniformado. Al decidir no ser más el encargado de la seguridad de los chihuahuenses, Orduña sienta un precedente en la actualidad, y esto puede ser tomado en cuenta por otros grupos del crimen organizado, que utilizarán la amenaza para poder defender sus plazas donde comercializan cualquier tipo de droga. No se le reprocha que por salvar su vida y la de policías a su mando haya decidido dejar el cargo, toda vez que al ver su “triunfo”, los mafiosos podrían utilizar la misma estrategia con el que sea designado el nuevo jefe policiaco.
Por el bien de la ciudadanía, el gobierno federal debería echar manos a la obra y tomar el control de esta entidad, porque solamente de ese modo se logrará salvar la vida de miles de personas que quedan a merced de la delincuencia organizada, y vaya que están bien organizados, porque para seguir ganando terreno, no se descarte que al nuevo encargado de Seguridad Pública le reiterarán la amenaza, bueno, si es que no acepta recibir dinero del narcotráfico. Lo cierto es que las presiones contra Orduña dieron resultado, y la ciudadanía ya se cuestiona sobre qué pasará con ellos que se encuentran secuestrados por la delincuencia.
Hay personas que temen salir a las calles, donde es inseguro transitar, ya sea en vehículos o a pie; en muchos casos, los habitantes han quedado en medio de cruentas balaceras entre delincuentes y uniformados; las balas se han alojado en el cuerpo de gente inocente, incluyendo niños, pero al ser una zona fronteriza la pelea entre los hampones y la autoridad será férrea, porque mientras que los primeros buscarán seguir con el control, los segundos dentro de poco se verán rebasados y tendrá que entrar el gobierno federal a tomar el control, y eso sería bueno para la gente que habita en Ciudad Juárez, Chihuahua.
Al conocer sobre la renuncia del general retirado, el presidente municipal de Ciudad Juárez, José Reyes Ferriz, sostuvo tajante que la separación de Orduña Cruz, no significaba que era la rendición ante la violencia y las amenazas lanzadas por el crimen organizado, mientras que al presentar su dimisión, el general en retiro sostuvo: “mi sentido del deber no pasa por encima de la seguridad de mis hombres”, algo que fue entendido pero, también criticado por algunos que aseguran que el miedo a la mafia fue más fuerte que su “sentido del deber”.

AMENZAS A EDIL DE JUAREZ
Cuando su secretario de Seguridad Pública renunció a ese cargo el pasado fin de semana, el presidente municipal de Ciudad Juárez, José Reyes Ferriz, aseguró que la dimisión de su encargado de combatir la delincuencia no era que se rindieran ante la delincuencia; sin embargo, al ver que triunfaron, al parecer grupos delictivos colocaron el fin de semana cartulinas en las que amenazaban al político de decapitarlo a él y su familia en caso de que apoye a grupos delictivos, específicamente a narcotraficantes, lo que ya infundió miedo en la persona del edil. Al salir en defensa del político, su área de comunicación social difundió un comunicado en el que precisaban: “el gobierno municipal de Juárez no le resta importancia a las amenazas clandestinas que han aparecido en diferentes puntos de la ciudad, pero ratifica una vez más su compromiso con los juarenses de mantener el control de la policía municipal, de continuar la depuración de malos elementos y designar mandos sin vinculación con ninguna organización delictiva”, sostienen. Dicen que no hay miedo, pero aseguran que se incrementará el número de elementos de seguridad del presidente municipal, pero ahora la pregunta es ¿Quién defenderá a los habitantes de esta zona fronteriza? Hay que recordarle a los funcionarios que los ciudadanos, a pesar de que son los que pagan impuestos y con ello los altos sueldos de la burocracia, no cuentan con “guaruras”, por lo que se debe poner al frente de la Secretaría de Seguridad Pública municipal, a una persona honesta y que se comprometa con su trabajo por el bien de los pobladores de Ciudad Juárez, porque en caso contrario, quienes pierden con las renuncias de altos funcionarios y el incremento de la escolta del edil, pues son los habitantes.

RUGIDO DEL LEON
Lo que faltaba, ahora resulta, de acuerdo a lo dicho por el secretario general del PAN en Hidalgo, Raymundo Bautista Pichardo, que como José Antonio Zorrilla Pérez, detenido en 1984 en la ciudad de México, acusado de ser el autor intelectual del homicidio del periodista Manuel Buendía, por sus relaciones que dejó en esa entidad del país, podría regresar a trabajar a alguna dependencia de gobierno. Esto, porque antes del crimen, Zorrilla se desempeñó como secretario de gobierno de Hidalgo, durante la administración del gobernador Guillermo Rosell de la Lama, en el sexenio de 1981-1987.
Zorrilla fue detenido en 1989 y espera su pronta libertad. Este político en 1085, un año después de que se cometiera el artero crimen en contra del periodista Manuel Buendía, buscó por el Partido Revolucionario Institucional una diputación federal, pero de acuerdo al líder del blanquiazul en Hidalgo, Zorrilla Pérez “es una persona que ya pagó su penalidad corporal, pero ante la sociedad nunca se deja de cumplir esta circunstancia; que pena que alguien que hoy sale de prisión pueda ocupar más tarde un cargo público, porque entonces se reflejaría que hubo de tras otros intereses”, aunque claro, no dijo que tipo de intereses, o quienes se beneficiaron con la muerte del comunicador. Remató el panista que “una persona con ese perfil criminal no debe desempeñar ningún cargo”, y que los de Acción Nacional estarán al pendiente de que el acusado de homicidio no llegue a obtener un cargo dentro de la administración de Miguel Ángel Osorio Chong, gobernador de la Bella Airosa, aunque hay que recordar que dentro de la política, el pago de la “factura” no respeta a los ciudadanos y si desde aquellos años a Zorrilla se le deben muchos favores, pues lo que se verá es que tendrá las puertas abiertas para poder estar en alguna dependencia en ese estado del país.

LA GARRA DEL LEON
Se le debería dar una estatuilla del “Oscar” a quien realiza los spots políticos, porque son buenos para engañar a la gente. Resulta que en uno de esos anuncios, un hombre busca entre su comida los camarones, y reclama a su mujer por la ausencia de los mariscos, pero en respuesta, ella le recuerda que está sin chamba, y aseguran que eso no hubiera pasado, si Andrés Manuel López Obrador fuera Presidente de México. Que barbaridad, cuánto ingenio, o lo que pasa es que las personas que lo escribieron o grabaron no son del Distrito Federal, porque de otro modo no se entiende, ya que El Peje realmente quienes tienen algo que agradecerle son los viejitos, a los que sigue utilizando por haberles promovido una Pensión.
Que digan en esa clase de comerciales políticos, cuántas familias rescató López Obrador de la pobreza; la ciudad de México sigue estando con sus zonas de clase pobre y en extrema pobreza, nunca han sido beneficiados, ni el mismo Peje lo hizo cuando fue jefe de gobierno del Distrito Federal, entonces porque ahora tratan de asegurar que si López hubiera sido Presidente de México las cosas estarían mejor; acaso no se dan cuenta que los problemas económicos a nivel mundial afectan a todos. No leen las noticias sobre los despidos que se están haciendo en Estados Unidos, o será a caso que los inteligentes creadores de los spots piensan que Felipe Calderón gobierna en todo el país, porque la falta de empleos es a nivel mundial.
En ningún momento se trata de defender a Felipe Calderón, sino que sería bueno aclarar que con esa clases de spots, lo único que se está haciendo, es insultar la inteligencia de los mexicanos, quienes pueden utilizar su libre albedrío para ejercer su derecho al voto en las elecciones del 5 de julio próximo; en vez de estar usando la imagen de López Obrador que se encuentra más desgastada que nada, sería conveniente que ofrecieran soluciones a los ciudadanos, y no mensajitos que en nada ayudan a las familias de escasos recursos que viven en la ciudad de México, que simplemente durante la administración de El peje fueron engañados con que contarían con mejoras en sus comunidades, pero que siguen viviendo en lugares inseguros, como son los asentamientos irregulares, la mayoría de ellos promovidos por gente cercana a la cúpula del PRD y de quienes gobiernan en la capital del país.