lunes, 30 de julio de 2007

PRIMER RUGIDO

El tema del refinanciamiento de la deuda del Distrito Federal parece que se está “trabajando” con miras a cambio de algo y es que pese a que de no llegar a un acuerdo los capitalinos se verán afectados mientras en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público buscan “negociar” ese apoyo al gobierno que encabeza Marcelo Ebrard Casaubón. Ello, porque ayer el Primer Mandatario giró instrucciones al titular de la SHyCP, Agustín Carstens para que busque los mecanismos adecuados para estructurar la deuda de la capital del país, un tema que le preocupa mucho a las autoridades locales, porque hoy vence el plazo para llevar a cabo esa acción.
Ayer, Felipe Calderón Hinojosa aseguró que su gobierno no distingue partidos políticos y que gobierna por igual, pero eso no es creíble, cuando desde que asumió el cargo de Ejecutivo Federal se ha dado a medir fuerzas con el gobernante de la ciudad de México, quien sigue sin dar su brazo a torcer y no quiere tener ningún trato con Calderón, pero esto no es por los chilangos, sino porque le debe lealtad al ex jefe de gobierno, Andrés Manuel López Obrador, quien le heredó el cargo.
Calderón dijo enfático: “He instruido al secretario de Hacienda para que analice, junto con funcionarios del Gobierno del Distrito Federal, las distintas alternativas para que podamos aliviar esta situación que frena las posibilidades de desarrollo de la ciudad. Mi propósito es servir a la ciudadanía sin distingos de partido político y sin distingos de región, mi propósito es servir a los habitantes del Distrito Federal para que puedan enfrentar los enormes problemas que en esta ciudad, como en muchas otras, se viven de inseguridad o infraestructura hidráulica”, dijo.
Pero este problema de la deuda pública inició debido a las malas administraciones del PRD, porque en 1997, cuando Cuauhtémoc Cárdenas destronó al PRI en la metrópoli, existía una deuda pública de 12,000 millones de pesos. Durante la administración de Cárdenas y Rosario Robles, quien lo relevó en el cargo, se fue incrementado el adeudo. Y ya cuando gobernaba Andrés Manuel López Obrador, fue más lo que se tenía que pagar y ni con la llegada de Alejandro Encinas se vio reducir el pago, por lo que cuando éste último dejó la administración pública local, la capital del país quedó con una deuda de más de 40 millones de pesos, por lo que desde hace tiempo, los recién nacidos, en lugar de llegar con la torta bajo el brazo como se dice popularmente, más bien vienen a este mundo, especialmente a “chilangolandia” con una deuda personal de más de 5,000 pesos.
Comentaba que parece habrá un intercambio, porque el Ejecutivo Federal busca que en el Congreso de la Unión se le apruebe su reforma fiscal y para que no haya problemas con los representantes populares del PRD, quiere agarrar “ahorcado” al jefe de Gobierno, inclusive también a los diputados federales del partido del sol azteca, para que aprueben en San Lázaro lo que les enviará Calderón, por eso es que la salida del refinanciamiento de la deuda de la ciudad de México será solamente benéfica para el gobierno federal, porque los capitalinos y sus descendencias, seguirán naciendo con una deuda que a lo largo de los años se incrementará.

LA GARRA DEL LEON

Las autoridades del Gobierno del Distrito Federal siguen siendo alumbradas por “un rayito de esperanza” que les dejó como herencia Andrés Manuel López Obrador, y cuando destella ese rayito, entonces se les viene a la cabeza infinidad de tonterías. Ahora resulta que buscan determinar qué días saldrán los capitalinos a pasear, porque pretenden implementar un programa o prohibición que impida a los habitantes de esta gran urbe no utilizar un sábado cada quince días sus vehículos. En qué cabeza cabe esa arbitrariedad del gobierno, puesto que se trata de un bien privado de los ciudadanos; diría la viejita del comercial, “por qué se meten con mis cosas”, por lo que no se descarta que se den un sinnúmero de solicitudes de amparo contra la medida que tienen en la cabeza las autoridades locales, y decimos en la cabeza, más no en la masa gris, porque si en verdad pensaran, pues resultaría que se darían cuenta que beneficiarán a los ricos, porque ellos con toda facilidad podrán adquirir otra unidad y los jodidos seguirán esperando a que las autoridades del gobierno central les den permiso de poder viajar en sus carcachitas por las bacheadas calles de la Ciudad de los Palacios.
Ya tienen lo que ha dejado el “Hoy No Circula”; un incremento en el número de vehículos dados de alta en el Distrito Federal y si checan bien, quienes tienen más de un carro, son quienes viven en las zonas VIP de la capital del país, donde el carnal Marcelo parece ya pinta línea de a quiénes trata de beneficiar, porque de lo que sí pueden estar seguros los capitalinos, es que no son quienes sufren de todo tipo de carencias, es decir, la gente de escasos recursos.

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